Todas las personas a lo largo de nuestras vidas sentimos la necesidad de saber para que llegamos al mundo, cual es la razón de nuestra existencia acá, que tenemos que hacer con este tiempo terrenal que tenemos, cual es el sentido de esta a veces dura, confusa e incluso, para algunos, desdichada vida. La respuesta a esta pregunta generalmente varia entre cada persona, unos toman como prioridad a la familia, otros el amor, las relaciones, la carrera, pero difícilmente encontramos quienes responden ante alguna de estas preguntas con la frase: Ser Feliz…
Personalmente pienso que lo primero que se necesita para lograr esta meta, que según mis parámetros es común para toda la humanidad es encontrarse a si mismo, saber de que estamos hechos, que nos gusta, que no, de que somos capaces y de que no somos capaces, conocer nuestros limites; Luego, el paso lógico es aceptar eso que descubrimos que somos, aceptarlo y entenderlo como la forma de ser única especial que es, y de aquí solo resta aprender a amarse a si mismo. Una vez logrado este auto conocerse, y este amor hacia si mismo es que nos podemos atrever a amar a alguna otra persona, partiendo de ello, sin jamás olvidarlo podemos llevar adelante una relación de pareja con alguien mas, sin jamás perder el norte que tengamos establecido para nuestras vidas, sin jamás olvidar las metas personales y profesionales que nos planteemos.
A partir de aquí lo que resta es tomar la decisión de Ser Feliz, para mi la felicidad es eso, una decisión, un modo de vida… Una vez leí, que la vida es lo mas sencillo que existe y nosotros nos ocupamos en complicarla, pienso que los seres humanos fuimos programados por la sociedad para buscar problemas, para no estar tranquilos cuando nos sentimos en paz, a veces hay quienes se incomodan de tener todo en orden, y llega el auto saboteo. Por otro lado, la sociedad también se encarga de programarnos la vida, la carrera, el amor, la religión y hasta los gustos incluso antes de haber llegado a este mundo; Nacemos y nos dicen eres católico, debes ir a la iglesia todos los domingos, vas a estudiar una carrera decente, te vas a casar, vas a tener hijos y si tienes suerte tendrás una casa en la playa, y quien nos preguntó alguna vez si queremos ser católicos? Si queremos dedicar los domingos a ir a la iglesia? Que carrera queremos estudiar? Si te quieres casar? Si quieres tener hijos?... Pienso que de allí nace el gran problema de insatisfacción generalizada que sufre nuestra sociedad, muchos no lo aceptan, pero sus miradas y sus expresiones dicen otra cosa. Mirando el lado positivo y tratando de buscar alguna respuesta o solución a todas estas cosas, pudiera decir que en la vida necesitamos aprender a vivir en el presente, no en el pasado, por ejemplo tratando siempre de recordar hasta ínfimos detalles como que hice la semana pasada, ni en el futuro, como por ejemplo pensando el mínimo detalle de que me pondré mañana para trabajar, en esos pensamientos, por pequeños que parezcan nos estamos perdiendo el presente, el ahora, lo que sea que estés haciendo en ese instante y si los llevamos a realidades grandes, profundas y dolorosas como por ejemplo una ruptura sentimental, una perdida humana o un anhelo, un sueño, serian muchísimos mas los momentos presentes que no disfrutaríamos; Esto no quiere decir que no le debemos dar importancia a cosas pasadas o futuras, pero hay que aprender a darle la justa y exacta importancia que nuestros sentimientos y nuestra lógica sientan que necesita, no mas y no menos; Aprender a vivir el presente, a disfrutarlo, exprimirlo hasta la ultima gota, hay que dejarse llevar de vez en cuando por nuestro instintos, y tomarte ese trago extra, ese cigarro extra, conocer a esa persona que se ve interesante, llegar un poco mas tarde de lo planeado, son esos pequeños detalles, espontáneos los que pueden hacer una gran diferencia, tratando en la medida de lo posible de tener una mentalidad positiva y alegre hacia las cosas, siempre poniendo la confianza delante de la desconfianza, actuando y viviendo con la verdad, con una sonrisa como filosofía. Sacar de nuestras vidas toda clase de rencor, envidia, celos, y todo sentimiento que sea perjudicial para nosotros será gran parte de encontrar esta vía hacia la felicidad, ninguno de estos antivalores nos permiten avanzar, y no le hacen daño a mas nadie que a nosotros mismos, aprender a perdonar, siempre poniéndonos en los zapatos del otro y preguntándonos a nosotros mismos si realmente estando en su situación no hubiéramos hecho lo mismo, o al menos, tratando de entender las razones que el otro tuvo para hacer lo que sea que en este caso haya hecho, luego de perdonar, es necesario y vital aprender a liberar, no arrastrar a cuestas todos esos momentos incómodos, que en un momento, quizás, nos hicieron daño.
Seguir lo que sientes, tus instintos y hacer en la vida exactamente lo que sientas que necesitas hacer para ser feliz, ir detrás de eso que siempre quisiste, no esperar mas y hacerlo, sin pensar en lo lejos o difícil que pueda ser, trazar metas cortas en la vía al cumplimiento de esa meta grande, una escalera no se sube de un paso, se sube escalón por escalón.
Olvidarnos de todos esos comentarios negativos que puedan surgir por detrás de nuestro paso, que se nos olvide por completo el que dirán, a la final sabemos que así lo hagas bien o lo hagas mal igual las personas siempre tendrán algo que opinar, por eso, no te preocupes y sigue, en la vida todo se vale, siempre y cuando no le hagas daño a nadie ni a ti mismo, colocar nuestra felicidad delante de la felicidad ajena, así esto signifique la molestia de otra persona, total, cada quien tiene una vida que gastar, que vivir y con la cual hacer lo que quiera, como para que venga a pretender dirigir que harás con la tuya.
Para concluir solo agrego que esto no debe ser visto como una especie de “Manual para ser Feliz”, solo soy un chamo de 22 años que habla según su corta o larga experiencia en su paso por esta vida, y en base a las situaciones que lo han rodeado y marcado.
